domingo, abril 29, 2007

PERSONAJE SINIESTRO, y fofo.


Alguien se acuerda de OSCAR SBARRA MITRE ???Pertenece a la superproducción de funcionarios corruptos que tiene la Argentina. Parido por mamá-diez-años-de-parto-menem. Durante ese período infame, fue director de ese antro de corruptela, gremio de por medio, que es nuestra Biblioteca Nacional. Hay una causa en la justicia contra este ex-funcionario nefasto, por malversación de fondos públicos. Con parte de los 7.000.000 de pesos del presupuesto se dedicó a viajar por el mundo, cómo la vez que visitó al Papa. Ah! si, son religiosamente corruptos. Recuerdo haber leido en Página12 que entre los viáticos que presentó estaban los resúmenes de su tarjeta de crédito, y hasta había tickets de supermercado!!!.Bueno, este gordito fofo, muy parecido a una ameba, se pasea por los pasillos kirchneristas. Siempre consigue que alguien lo banque, y hasta que le paguen una charlita. A veces lo presentan, tal como lo hicieron durante un encuentro de escritores patagónicos en la última Feria del Libro, cómo un filósofo y pensador!!La filosofía del curro.(Les prometo investigar en que quedó esa causa judicial, aunque no cuesta mucho imaginar la respuesta).

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sábado, abril 28, 2007

Fábula del duelo entre el Bruto y el Seco.

Por: Anonimo Jester.
Un tipo, tan, tan poderoso como ignorante, se encontraba frente a un seco, seco de todo aspecto. Sin poder y sin dinero, pero, inteligente. Sin mediar palabras ni armas, era un duelo en la dimensión desconocida, en la nada, para la gente que transitaba por los pasillos de la Casa de la Cultura.
La ignorancia del poderoso no era lo bastante, como para no darse cuenta ante quien estaba. Y eso lo hacía endeble, lo suficiente para que por esa fisura escapara un atisbo de inseguridad, para lo cual, peor el remedio que la enfermedad, utilizaba la parquedad como sellador de contacto, de los que se le ponen a las cañerías.
Claro que el sellador era una luz en el camino para el inteligente, que solo lo miraba y sonreía, avispado de la falla.
Entonces, el poderoso se volvía más parco y más bruto, y subía la escalera alfombrada de silencio, para poder mirar al seco desde arriba, con chapa de diferencia social garantizada.
Sin embargo, nada podía hacer el tipo, que acumulaba propiedades, dinero y poder, contra el seco que había leido un libro.
¡El muy ignorante ni se lo imaginaba!